- Aproximadamente el 15 % y 25% de las mujeres tiene pérdida del apetito, derivado del efecto secundario de los tratamientos.
Se ha reportado que alrededor del 90% de las pacientes que padecen Cáncer Cervicouterino (CaCu) que se encuentran en tratamiento de quimioterapia y radioterapia presentan cambios en el tracto gastrointestinal, debido a que el tratamiento de radioterapia se realiza en la región del abdomen bajo.
A raíz de esto, las pacientes presentan síntomas como cambio en el olfato y gusto en los alimentos, además de náuseas o vómitos lo que genera falta de apetito y a su vez pérdida de peso involuntaria en la paciente, así como un desgaste muscular.
Estas alteraciones son llamadas “toxicidad” y son divididas principalmente en dos:
Toxicidad Aguda: son las alteraciones gástricas que ocurren a las horas o algunas semanas después del tratamiento de radioterapia o quimioterapia, y se ven reflejadas en los siguientes cuadros clínicos.
- Proctocolitis: aumento de los movimientos intestinales, diarrea, descarga mucosa, urgencia rectal, tenesmo y sangrado rectal.
- Enteritis: consiste en diarrea acuosa, deposiciones frecuentes y voluminosas, dolor cólico abdominal, normalmente parece en la segunda y tercera semana después de la radioterapia.
- Dispepsia: náuseas, pesadez y dolor de estómago, ardor y flatulencia.
- Gastritis: inflamación de la mucosa gástrica.
Toxicidad tardía: se inicia a partir de los 90 días o bien después de un año de haber comenzado el tratamiento, y se observan los siguientes cuadros clínicos.
- Obstrucción intestinal: más común, precedido por episodios cada vez más frecuentes de molestias abdominales y colitis aguda.
- Síndrome de malabsorción: malabsorción de carbohidratos y grasas; aumento intraluminal de sales biliares, sobre crecimiento bacteriano, déficit de vitamina B12, esteatorrea, fístulas enterocólicas.
- Proctitis crónica: urgencia rectal, dolor abdominal, descarga mucosa y sangrado, y dolor rectal (si existe ulceración)
- Fistulas vesicovaginales y vesicorectales: son más frecuentes en pacientes que han recibido braquiterapia además de radioterapia externa, o bien por la invasión del tumor hacia la vagina, recto, o vejiga.
Por lo anterior, es que en el Modelo Integral para la atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado y Avanzado (MICAELA) del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), contamos con tratamiento individualizado, protocolizado y multidisciplinario, en temas de nutrición para cada paciente que padece esta enfermedad, con el objetivo de generar una mejor calidad de vida.
Fuente:https://docs.google.com/document/d/1f-BSuIjtZ3hPt2bwUgsQvsg5Riy6U0SJ1ewRcOHWZFg/edit