Existe una creencia de que todos los pacientes con cáncer atraviesan por un dolor muy fuerte y que en todos es la misma experiencia; hay que aclarar que durante los tratamientos por cáncer existen dos tipos de dolores: los que son provocados por la enfermedad y lo que son producto de los tratamientos a los que un paciente debe someterse.
Se debe tener en cuenta que la presencia del dolor dentro de un proceso oncológico depende de diferentes factores, como pueden ser: la etapa en la que la enfermedad se encuentra, enfermedades ajenas al cáncer adquiridas por el paciente durante su tratamiento y el umbral de dolor que tenga cada persona.
En su búsqueda por seguir ayudando a los pacientes los avances médicos han creado la algología, una ciencia que se encarga de aliviar y disminuir el dolor, permitiendo que los pacientes con enfermedades terminales, crónicas o de larga duración tengan una mejor calidad de vida durante todo el tiempo que dure su proceso de recuperación.
Para las mujeres que han sido diagnosticadas con Cáncer Cervicouterino (CaCu), el tratamiento algológico es muy importante por dos razones principales:
- Un 40% de las personas diagnosticadas en una etapa temprana y el 75% de las personas diagnosticadas en etapas avanzadas presentan dolor como uno de los síntomas principales por los que se acude a revisión médica.
- Una vez que el CaCu es diagnosticado, se comienza con un tratamiento que puede incluir quimioterapia y/o radioterapia, durante la recuperación las pacientes también refieren dolor.
Uno de los pilares del programa Modelo Integral para la Atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado y Avanzado (MICAELA) es la algología, diferentes especialistas se encargan de acompañar a las pacientes durante toda la duración de su tratamiento para poder ofrecerles una mejor calidad de vida.
Fuente:
- American Cancer Society. Datos sobre el dolor causado por el cáncer. 2019. Consultado en: https://cutt.ly/he5oiNu